Estudiantes, trabajadores, personas que viajaban hacía la estación de Atocha para coger otros trenes…, personas que la mañana del 11 de marzo de 2004 vieron como sus vidas se truncaban por el peor acto terrorista que se recuerda en la historia reciente de España.
La mañana fatídica
En la hora punta de la mañana, mientras los madrileños se dirigían a sus trabajos y rutinas diarias, diez bombas estallaron en cuatro trenes de cercanías en distintas estaciones de Madrid. El caos y la confusión se apoderaron de la ciudad en cuestión de minutos. Los estruendos de las explosiones resonaron en las estaciones, mientras el humo y el polvo cubrían los vagones destrozados.
Corazones parados
El saldo humano fue desgarrador. 192 personas perdieron la vida en aquel acto de terrorismo indiscriminado, y más de 2,000 resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad. La magnitud del sufrimiento y la pérdida se extendió por toda la sociedad española, dejándonos cicatrices emocionales que perdurarán en el tiempo.
El origen del horror
Las investigaciones posteriores revelaron que el atentado fue perpetrado por un grupo de extremistas islámicos vinculados a la red terrorista Al-Qaeda. Este acto de violencia indiscriminada tenía como objetivo sembrar el terror y el caos en una sociedad pacífica y democrática, buscando sembrar divisiones y miedo en la población.
La respuesta de la sociedad
Sin embargo, lo que surgió tras la tragedia fue un notable espíritu de solidaridad y unidad. Los ciudadanos de Madrid, y de toda España, se unieron en un gesto de apoyo y resiliencia. Se organizaron manifestaciones masivas en rechazo al terrorismo y en memoria de las víctimas, demostrando que la fuerza de la comunidad puede superar incluso los momentos más oscuros.
Fueron tales los homenajes, que hasta los Príncipes de Asturias (ahora Reyes de España), ofrecieron un ramo de flores en la Basílica de Nuestra Sra de Atocha el día de su enlace matrimonial: 22 de mayo de 2004.
Legado y memoria
Con el paso de los años, el 11-M se ha convertido en un símbolo de la lucha contra el terrorismo y en un recordatorio de la fragilidad de la paz y la seguridad. Se erigieron monumentos en memoria de las víctimas, y se llevan a cabo actos conmemorativos cada año para honrar su memoria y renovar el compromiso de nunca olvidar lo sucedido.
Canción Homenaje del grupo La Oreja de Van Gogh.
Tras los atentados, y con Leire Martinez como vocalista, La Oreja de Van Gogh publicaba la canción "Jueves", dedicada a todas las víctimas de los atentados del 11M en Madrid.
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